domingo, 7 de abril de 2019

L’Amistat

El pasado 14 de Marzo tuvimos la suerte de visitar un centro de día en las horas de una de nuestras asignaturas, más concretamente en las de Contexto de Animación Sociocultural (CAS).

Una vez en el Centro de día nos reunimos con su directora y técnica de animación para que nos mostrasen su funcionamiento e instalaciones, además de brindarnos la oportunidad de ver cómo dicha técnica desempeñaba su papel dentro de las instalaciones, aproximándonos de esta manera a la realidad de nuestra profesión.

L’Amistat tiene un porcentaje de usuarias de sexo femenino del 75%, de las cuales un 80% de ellas cuentan con un deterioro cognitivo; es por esto por lo que una de sus principales tareas dentro de esta institución es mantener las capacidades cognitivas de sus usuarias el mayor tiempo posible. Para ello tratan de realizar las intervenciones necesarias de la manera más cercana e individual apoyándose además en toda la ayuda que puedan ofrecer los familiares de las/os usuarias/os; ya sea empleándolos como una cuenta de información o como soporte a la hora de realizar salidas.


Este centro abre sus puertas de Lunes a Viernes de 8 am a 7 pm no obstante, es a las 10:15 cuando comienzan sus actividades.

 En primer lugar las usuarias son divididas en tres grupos para posteriormente llevar a cabo la realización de los primeros talleres cuya duración son de 50 minutos ;nos podemos encontrar con el taller de gimnasia, taller creativo y finalmente el taller de memoria.
 Una vez terminados los talleres, a las 13 horas comen y a continuación se apagan o atenúan la mayoría de sus luces para respetar el tiempo de reposo.

Una vez terminado el tiempo de descanso se da paso a las actividades vespertinas como lo es el bingo musical, cuyo funcionamiento es similar al del bingo a excepción de que en lugar de emplear números se utilizan canciones conocidas por las usuarias.

EN CUANTO A SU ESTRUCTURA ORGANIZATIVA
Cuentan con un equipo técnico conformado por una técnica en animación sociocultural y turística, médico, enfermero, psicóloga, podólogo, peluquera, cocinera y pinches, además de dos conductores y sus auxiliares

CORTOMETRAJES

En el módulo de Animación y Gestión Cultural (AGC) nos encanta todo aquello que implique un nuevo descubrimiento y cómo no hacerlo sabiendo que además podemos aventurarnos y aprender nuevos mundos artísticos.


Desde AGC hemos estado viendo los distintos tipos de opresión vigentes en la sociedad de hoy en día; como pueden ser las opresiones dentro del mundo familiar, escolar y estatal 


Es por esto por lo que este pasado viernes realizamos un taller englobando las diferentes formas de opresión, para ello creamos unos cortometrajes con las distintas participantes de este módulo.

En primer lugar nos dividimos en tres grupos de seis o siete personas para llevar a cabo esta tarea. 
Es ahora, una vez distribuidas las participantes en grupos, cuando nos pusimos manos a la obra.

Cada grupo tenía que realizar su corto en función de los distintos tipos de opresión, en mi caso el tema del cortometraje de mis compañeras y mío era el de la opresión por parte del Estado.

La primera tarea que realizamos fue decidir, de manera consensuada, el tema del que queríamos que tratara nuestro cortometraje; teniendo en cuenta que su hilo conductor estaría en estrecha relación con la opresión estatal.

Una vez decidido el tema pasamos a la segunda fase donde entre todas elaboramos el título, guión y créditos de esta grabación por lo que se asignaron los roles de las distintas participantes siendo Pau cámara, Triana, Paula y Nacho guionistas y finalmente Libertad y María creadoras del título y los créditos.

Tras terminar todo el trabajo previo a su grabación nos dispusimos a buscar un espacio que cumpliese las características físicas y arquitectónicas que más se acoplaban a la atmósfera en la que queríamos que se viese envuelta nuestro cortometraje. 

La grabación tuvo lugar en un aula del primer piso de nuestro Instituto, la cual tenía ambas persianas bajadas y las mesas arrinconadas en una esquina donde tendrían lugar las escenas (decidimos hacerlo así para aportar una sensación de agobio a la filmación).

Considero que no sólo fuimos partícipes de un proceso cultural capaz de despertar conciencia como lo hace la industria del cine sino que además formamos parte de su proceso creativo siendo nosotras mismas las que llevaban a cabo la toma de decisiones.

VALORACIÓN PERSONAL

En mi opinión haber tenido la oportunidad de realizar un cortometraje no sólo nos ha permitido a mis compañeras y a mí aprender a movernos por entornos que antes nos eran desconocidos sino que además ofrece un grado de proximidad tan estrecho que permite comprender y aprender sus mecanismos de manera lúdica y dinámica; favoreciendo de este modo la retención de los conocimientos.